En este artículo me gustaría hablarte de dos ciudades poco conocidas de Italia, pero que creo que bien merecen la pena una visita. ¿Quieres saber cuales son? Sigue leyendo, seguro que no te arrepentirás.
Al ser más pequeña y tener menos flujo de turistas, en Perugia podemos tomar asiento para sentir en la cara la brisa italiana. Pero esta no es la razón por la que merece la pena visitar Perugia: en el centro histórico de la ciudad hay uno de los más completos museos de arte sacro del mundo. Y es que si Florencia tuvo a Miguel Ángel, en Perugia vivía el Perugino, otro maestro del arte italiano cuyas obras, y las de sus discípulos, están expuestas por esta zona.
Otra sugerencia es ir a un ritmo tranquilo, especialmente con el estómago preparado. Perugia posee varias cantinas italianas tan rústicas como irresistibles, muchas de ellas ubicadas en balcones con vistas al valle de Umbría, un equilibrio perfecto entre la buena comida y unas vistas encantadoras. Tampoco faltan en la ciudad hoteles con encanto para alojarse.
Si necesitas otro motivo para ir, Perugia es también la capital del chocolate italiano. Allí se encuentra la fábrica que produce el bombón Baci, de fama internacional.
Merece la pena viajar a Asís en un solo día, aunque para los que se quedan más tiempo el consejo es buscar uno de los maravillosos hoteles en el centro de Asís, cerca de la basílica.
Una vez en Asís descubrirás una ciudad especial, con un aura de paz poco vista en tierras italianas. Buena parte de esto es gracias a Francisco de Asís, según dicen sus habitantes, que nació, vivió y falleció en la región (su cuerpo aún está enterrado en la Basílica que lleva su nombre).
Si te acercas a visitar esta ciudad, puedes dedicarte a visitar algunos de los lugares en los que estuvo, como la Iglesia de Santa María Degli Angeli, en la ciudad vecina del mismo nombre, el Eremo della Carceri (uno de sus lugares preferidos para meditar) y, por supuesto, la Basílica de San Francisco. Todos esos lugares tienen una belleza delicada, y en la Basílica todavía es posible ver los frescos originales de Giotto.
Después de ir te aseguro que te quedarás con ganas de volver. Es un lugar que atrapa por la paz y la tranquilidad que transmite.
Estos son solo dos ejemplos de que el turismo en Italia tiene mucho que disfrutar. ¿Qué otras ciudades italianas te gustaría conocer?
Perugia, gastronomía y cultura
A pocas horas de Roma hay una ciudad menos conocida y famosa, pero igualmente atractiva. Perugia es la capital de Umbría y, al igual que muchas ciudades de esta región, tiene un fabuloso centro histórico medieval situado en lo alto de un monte, como medida de protección contra las constantes batallas de hace siglos.Al ser más pequeña y tener menos flujo de turistas, en Perugia podemos tomar asiento para sentir en la cara la brisa italiana. Pero esta no es la razón por la que merece la pena visitar Perugia: en el centro histórico de la ciudad hay uno de los más completos museos de arte sacro del mundo. Y es que si Florencia tuvo a Miguel Ángel, en Perugia vivía el Perugino, otro maestro del arte italiano cuyas obras, y las de sus discípulos, están expuestas por esta zona.
Otra sugerencia es ir a un ritmo tranquilo, especialmente con el estómago preparado. Perugia posee varias cantinas italianas tan rústicas como irresistibles, muchas de ellas ubicadas en balcones con vistas al valle de Umbría, un equilibrio perfecto entre la buena comida y unas vistas encantadoras. Tampoco faltan en la ciudad hoteles con encanto para alojarse.
Si necesitas otro motivo para ir, Perugia es también la capital del chocolate italiano. Allí se encuentra la fábrica que produce el bombón Baci, de fama internacional.
Asís, un rincón de la Toscana
La siguiente ciudad recomendada se encuentra cerca de Perugia, y es muy buscada por personas que hacen el viaje desde Roma sólo para conocer la ciudad natal del famoso santo que lleva el nombre de la ciudad como apellido.Merece la pena viajar a Asís en un solo día, aunque para los que se quedan más tiempo el consejo es buscar uno de los maravillosos hoteles en el centro de Asís, cerca de la basílica.
Una vez en Asís descubrirás una ciudad especial, con un aura de paz poco vista en tierras italianas. Buena parte de esto es gracias a Francisco de Asís, según dicen sus habitantes, que nació, vivió y falleció en la región (su cuerpo aún está enterrado en la Basílica que lleva su nombre).
Si te acercas a visitar esta ciudad, puedes dedicarte a visitar algunos de los lugares en los que estuvo, como la Iglesia de Santa María Degli Angeli, en la ciudad vecina del mismo nombre, el Eremo della Carceri (uno de sus lugares preferidos para meditar) y, por supuesto, la Basílica de San Francisco. Todos esos lugares tienen una belleza delicada, y en la Basílica todavía es posible ver los frescos originales de Giotto.
Después de ir te aseguro que te quedarás con ganas de volver. Es un lugar que atrapa por la paz y la tranquilidad que transmite.
Estos son solo dos ejemplos de que el turismo en Italia tiene mucho que disfrutar. ¿Qué otras ciudades italianas te gustaría conocer?
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